AA.VV
Hace un millón de años, los seres humanos descubrieron el fuego. Aunque apareció en sus vidas de casualidad, pronto aprendieron a cuidarlo y a mantenerlo encendido. El encuentro fue mágico. El fuego se convirtió en un componente indispensable en la vida de hombres y mujeres. Los ayudaba a cazar, a defenderse, a combatir la oscuridad y a generar calor. Se convirtió en sinónimo de conocimiento y comunidad. Alrededor del fuego se instituyó su hogar. Y con el fuego apareció, poco después, la cocina. Los alimentos pasaron de nutrientes a
"algo
más'
, de crudos a placenteros.
La cocina, asimismo, dio origen al lenguaje. Los seres humanos comenzaron a comunicarse con palabras solo porque aprendieron a cocinar. Fuego, cocina, lenguaje: este parece ser el orden de nuestra evolución.
Las primeras formas de cocina consistieron, simplemente, en asar alimentos sobre fuego. Esta es quizá la forma más primitiva, más sincera y más noble de cocinar. La parrilla, como evento, es tan humana como el fuego.